Deambulábamos sin rumbo por la tienda de congelados cuando, de repente, reparamos en la existencia de unos grandes tentáculos de ¿pota?. Nos informan que se conoce como potón, que se pesca en el Pacífico, que es un bicho grande, que se venden solo los tentáculos sueltos, que es una suerte de calamar parecido al pulpo pero más duro, que tarda más en cocer y que es muy barato, 1,20 €/kg. Total, que por menos de un euro ¡vamos a comprarlo!. Llegamos a casa, nos miramos y... ¿como lo hacemos?. Esta es la simple y sencilla receta.
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| Carpaccio de potón |
- 1 pata de potón
- Sal de grano medio
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimentón dulce
- Pimentón picante
Dificultad: Para lactantes
PREPARACION
Cocemos el potón descongelado en abundante agua sin sal. Para ello, cuando el agua esté hirviendo, lo sumergiremos unos segundos y lo sacaremos tres veces antes de dejarlo cocer definitivamente. Necesitará unos 45 minutos a fuego medio. Una vez frío, metemos en el congelador el tiempo suficiente para que se endurezca con el fin de cortarlo en láminas muy muy finas. Un cortafiambres sería ideal, aunque un buen cuchillo muy afilado sirve perfectamente. Disponemos las láminas en un plato o fuente y hacemos el aceite de pimentón: a unos 50 ml. de aceite le ponemos 1 cucharadita de café de pimentón dulce y 1/2 de picante. Lógicamente, las cantidades y proporciones serán siempre al gusto de cada uno. Seguidamente aliñamos con el aceite (es preferible pecar de escasos) y la sal. A la nevera a reposar un par de horas. Sacar de la nevera 10 minutos antes de servirlo para que el aceite esté bien licuado pero el plato mantenga el toque fresquito. Por cierto, nos lo comimos todo todito...
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